¡Hola! Yo Soy Emmanuel Flores Yescas
Tengo 13 años de edad
Soy indígena zapoteco
Actualmente estoy cursando el segundo grado de la Escuela Telesecundaria.
Soy originario de esta comunidad de Santa María Yaviche.
La idea de estas palabras que les quiero decir es para que conozcan la vida de los que trabajan en el campo, se trata de una informacion directamente de donde ellos viven y trabajan, y también para que se den cuenta que es mentira todo lo que dicen en los medios de comunicación como la radio y televisión, también por internet, cuando hablan que el gobierno mexicano esta ayudando para la producción del campo, que esta combatiendo contra la pobreza y muchas otras mentiras.
Les quiero platicar algo sobre la vida de los campesinos aquí en mi pueblo y en los pueblos vecinos, todo desde mi punto de vista.
Acá en mi pueblo he visto que los señores desde temprano se levantan para ver a sus animales que son burros, mulas, caballos y toros que los tienen en alguna parte del campo para traerlos y llevarlos donde les toca trabajar durante ese día.
La jornada empieza desde a las nueve de la mañana y termina normalmente a las cinco de la tarde; en el medio día, alrededor de la una de la tarde es la hora de la comida, unos prefieren hacer fuego para preparar ahí su comida y otros que ya traen desde la casa su taquito, pero también hay otros que trabajan cerca como de una media hora de camino a estos sus esposas van y les llevan comida para sus esposos.
Cuando terminan la jornada empiezan a cortar leña y llevarlo para la casa, para este trabajo ocupan sus burritos los que tienen y los que no tienen cargan sus leñas en la espalda. Esto es de todos los días.
Como ven, la vida que han llevado los campesinos desde años anteriores ha sido muy dura por este tipo de trabajos que realizan, y porque a la hora de vender sus productos no se alcanza a recuperar todo lo que invierten en cada cultivo. Como en el caso del café que el campesino no tiene el derecho de poner el precio, sino que es el comprador el que decide cuanto paga por este producto.
Tengo 13 años de edad
Soy indígena zapoteco
Actualmente estoy cursando el segundo grado de la Escuela Telesecundaria.
Soy originario de esta comunidad de Santa María Yaviche.
La idea de estas palabras que les quiero decir es para que conozcan la vida de los que trabajan en el campo, se trata de una informacion directamente de donde ellos viven y trabajan, y también para que se den cuenta que es mentira todo lo que dicen en los medios de comunicación como la radio y televisión, también por internet, cuando hablan que el gobierno mexicano esta ayudando para la producción del campo, que esta combatiendo contra la pobreza y muchas otras mentiras.
Les quiero platicar algo sobre la vida de los campesinos aquí en mi pueblo y en los pueblos vecinos, todo desde mi punto de vista.
Acá en mi pueblo he visto que los señores desde temprano se levantan para ver a sus animales que son burros, mulas, caballos y toros que los tienen en alguna parte del campo para traerlos y llevarlos donde les toca trabajar durante ese día.
La jornada empieza desde a las nueve de la mañana y termina normalmente a las cinco de la tarde; en el medio día, alrededor de la una de la tarde es la hora de la comida, unos prefieren hacer fuego para preparar ahí su comida y otros que ya traen desde la casa su taquito, pero también hay otros que trabajan cerca como de una media hora de camino a estos sus esposas van y les llevan comida para sus esposos.
Cuando terminan la jornada empiezan a cortar leña y llevarlo para la casa, para este trabajo ocupan sus burritos los que tienen y los que no tienen cargan sus leñas en la espalda. Esto es de todos los días.
Como ven, la vida que han llevado los campesinos desde años anteriores ha sido muy dura por este tipo de trabajos que realizan, y porque a la hora de vender sus productos no se alcanza a recuperar todo lo que invierten en cada cultivo. Como en el caso del café que el campesino no tiene el derecho de poner el precio, sino que es el comprador el que decide cuanto paga por este producto.
Por esta razón el campesino hasta hoy en día no tiene una vida digna como debería ser, porque con todos los trabajos que realiza apenitas si alcanza para tener comida para todos los días, por lo menos no se muere de hambre, y cuando su familia se enferma ¿Qué dinero van a ocupar para curarse? ¿Con que van a vestir a su familia? Y es que por más que estiren el presupuesto no alcanza para estas cosas; hay casos en unas familias donde los hijos prefieren dejar la escuela para ayudar a sus papas en el trabajo, porque piensan que lo que van a aprender no les va a ayudar cuando la panza ya esta pidiendo comida, y en algunos casos también el niño tiene que dejar de estudiar por falta de dinero.
Pero esto se da porque el gobierno no ha puesto la atención a estos campesinos con proyectos que realmente los ayude a salir adelante. El gobierno bien puede apoyarles en herramientas que sean útiles para estos trabajos del campo, y así ya no costara mucho trabajo para ellos; de ahí también que se necesita un mercado donde puedan vender sus productos donde el precio sea seguro y justo.
Quiero terminar pidiendo a todos los que lectores de esta página para que busquen las informaciones directamente de los pueblos donde esta la realidad de los indígenas, y no se queden en lo que dicen los medios que el gobierno tiene comprado para difundir las informaciones falsas y muy diferente a la que se vive en nuestras comunidades; y que también usan esos medios de comunicación para hacernos creer que nos van a beneficiar las empresas que están introduciendo en nuestros pueblos, como los que explotan el bosque, las minas entre otros.
Quiero decirles también que esto no es solamente en México, sino que es en todos lados donde los campesinos, los indígenas en general estamos abandonados.
Mi dirección electrónica es emmanuel_fl30@hotmail.com
1 comentarios:
hola, realmente esta pagina es impresionante, sigan adenlante por que esa es la unica forma de exponer la vida y triste pero real de los campesinos e indigenas por que ningun medio de comunicacion muestra las realidades de vida de estas familias olvidadas
Publicar un comentario